Archivo de la etiqueta: cultura de la paz

Paz

En todo hombre existe un anhelo de encontrar la felicidad, y ésta pasa por la búsqueda de la paz, aunque parezca una utopía casi imposible de alcanzar -dada la naturaleza humana-, que lograremos cuando descansemos en paz. Entre tanto, al ser un bien tan preciado, es responsabilidad de todos empeñarnos en que reine la pax, y para que sea posible –nos recuerda Benedicto XVI en este año- es preciso y necesario: la verdad, desmantelando la dictadura del relativismo; la justicia, que lleva a tutelar el derecho a la vida de los más débiles, incluidos los no nacidos, y la estructura natural del matrimonio como unión de un hombre y una mujer; la equidad, con la creciente desigualdad entre ricos y pobres; la solidaridad, para que los modelos de desarrollo de la economía no causen daño a los más desfavorecidos; y la libertad, para erradicar la intolerancia religiosa. Por eso, favorecer la cultura de la paz exige de nosotros crear una atmósfera, en nuestro ámbito familiar y profesional, de respeto en la convivencia, cordialidad, y de una verdadera pedagogía del perdón. Porque la realidad social está llena de egoísmo, violencia, odio, individualismo, deseo de poder y dominación. No es difícil constatar a diario personas amargadas y resentidas, el tono crítico de las conversaciones, las quejas, los pensamientos negativos, los distanciamientos con los demás, las divisiones familiares, los fracasos matrimoniales, el afán de reivindicación y de venganza, o los conflictos sociales. De ahí que la tentación que a todos nos acecha sea aplicar la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente, en lugar de vencer el mal con abundancia de bien. A veces, somos más propensos a crear muros que a tender puentes; a imponer nuestras ideas que a dialogar y a convencer; a contestar de forma desabrida que con paciencia; al resentimiento que a ofrecer el perdón; a condenar que a disculpar; a recrearnos en las ofensas, alimentando el odio, que a olvidar… La Madre Teresa de Calcuta decía que la paz comienza con una sonrisa. Esta sabia recomendación nos puede ayudar para que contribuyamos con pensamientos, palabras y gestos a conservar la unidad, vínculo de la paz, en este tiempo de crisis –también de este valor-, y a estar y vivir en paz, para poder hacer las paces.

Javier Pereda Pereda.-